Hacer del ViVir un Arte: … Y volver, VolVer… VOLVER!

... Y como dijera aquel famoso refrán, si seguimos el ciclo del devenir, '...Después de la calma viene la tempestad...'

Si la tempestad pudiera tener nombre de mes sin duda la llamaría Septiembre... ¡Y mira que no sé por qué pero siempre me gustó SeptiembRe! ...Huele a nostalgia, a últimos coletazos, a veranos que se pretenden alargar;... huele a consuelo, a días que se acortan y a finales de ciclos... A lugares súper-habitados que ahora sencillamente pasan a estar habitados... A quietud tras la marabunta estival que supone un agosto que pasa por los rincones más turísticamente veraniegos como una auténtica manada de rinocerontes...

Pero a pesar de disfrazarse de final.. SeptieMbre es el auténtico inicio del año... Sin Vaselina impregnada y establecida, como la que considero lleva de serie el supuesto mes 1, enero... Sin uvas, sin brindis con chispear de burbujitas color del oro, sin besos de rasos y lentejuelas, sin mensajes coñazo que vienen a desearte un felicísimo y próspero Año Nuevo... Sin programas con batería prefabricadas de cantantes del momento... Septiembre viene disfrazado de recta final, pero con autenticidad de principio de muchos retos... Personales, profesionales, nutricionales, sentimentales y de establecimiento de metas y objetiVos a cumplir...

De un plomazo sacamos el pie de la arena y el alma del relax más parecido a la libertad y a casi todo lo bueno que os venga a la cabeza y que termina en -ad...
Pasamos de ser Residentes felices en aquello de la inexistencia del reloj y hasta del tiempo… abandonamos este divino alquiler para volver a la casa de lo cotidiano; retornamos al madrugar y al preguntarnos una y otra vez al despertar '¡¿POR QUÉ?!, volvemos a esos ratos de despertador acompañados del sentimiento ultra desagradable que nos corroe esa primera mañana hasta hacernos sentir los seres más 'desgraciados' del planeta, entonando un desesperado '¡¿HASTA CUÁNDO?!' y el por qué no me toca el gordo, el obeso mórbido o hasta el flaco... Pero que me toque algo por Dios!!!...

Es curioso cómo mi mente corre rauda una vez llegado el momento, impregnada de un masoquismo extremo, en el deshojar pétalo a pétalo de los días de asueto veraniego a disfrutar... ‘Me quedan 15’, ‘me quedan 9’... ‘De aquí a una semana ya se habrá terminado todo’... Saboreamos y degustamos el momento sin perder de vista que tiene fecha de caducidad y que precisamente por eso, por lo Efímero, por lo temporal y por lo breve... Así de grande y de elevado es situado en la escala de valoración de nuestro ViVir... Se valora porque no se tiene siempre... Se valora lo que no nos pertenece y lo que se va, porque así de extraordinaria y caprichosa es la mente humana...

Pero tras el día 1 de retorno a la ‘mundana cotidianeidad’ te das cuenta de lo maravilloso que fue el ayer y el anteayer... pero que tampoco es tan malo el hoy ni el mañana, ni el pasado mañana. Que sin maquillajes, sin secador y con chanclas se está de muerte, pero que cuando te miras al espejo con el brochazo, con el liso GHD y el taconcito, con este bronceado aborigen que es más azabache que dorado, está una monísima y hasta parece mucho más civilizada...

Sin duda y si ponemos los piececitos en el firme y según los tiempos que nos han tocado ‘padecer’, por muy demagógico y cansino que nos suene, hemos de llamarnos afortunados sólo por el hecho de poder volver, dichosos en aquello de que se terminen las vacaciones porque eso significa que las degustamos… suertudos por tener que sacar el traserete de la cajita con Cojines de ese paraíso terrenal que ha supuesto mi lugar de asentamiento con Olor a sal en este inolvidable SuMMer 2014 que ha tenido de todo... Somos seres escogidos de entre millones para ocupar el saco cada vez más exclusivo de la bolsa de trabajo...

Porque quien no se consuela es porque no quiere… y porque qué sería de la rosa sin espinas… Porque lo poco gusta y lo Mucho empalaga… Porque lo bueno, si breve, es dos veces bueno y porque ningún mar en calma hizo jamás experto a ningún marinero... Porque fue bonito mientras duró y forma parte de nuestras experiencias, engordando nuestra riqueza y alegría espiritual... Escribiendo páginas, más aún, del libro de nuestro bagaje y nuestras historias para y por contar vividas siempre en primera persona...

...Porque para volver es necesario haberse marchado, para así valorar de cerca y en carne lo Positivo del allí cuando ya regresamos al aquí... Porque a veces es obligado el marcharse para luego poder regresar, a tope, impregnada de nuevos aires y de nuevos aromas, con el alma abierta, cargada de nuevos sueños e ilusiones, de nuevos propósitos más o menos reales, más o menos ‘cumplibles’... Porque ahí está todo lo que dejaste antes de marchar, más o menos desordenado, pues también en ellos se dieron nuevas experiencias que le modificaron quizá las perspectivas… diferentes o iguales, los que estaban siguen estando que no es poco, enriquecido todo ello con la suma de lo cosechado en la ausencia...